enero 2021 Archivos
El Señor es sol y escudo; Dios nos concede honor y gloria. El Señor brinda generosamente su bondad a los que se conducen sin tacha.
El corazón humano genera muchos proyectos, pero al final prevalecen los designios del Señor.
Clamaron a ti y fueron librados; confiaron en ti y no fueron avergonzados.
En cambio, los malvados son como paja arrastrada por el viento.
Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!
Sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella.
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos.
Tributen al Señor la gloria que merece su nombre; póstrense ante el Señor en su santuario majestuoso.
Pero Él me dijo: "Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad." Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.
Y ahora que hemos sido justificados por su sangre, ¡con cuánta más razón, por medio de Él, seremos salvados del castigo de Dios! Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con Él mediante la muerte de su Hijo ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados con su vida!
Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto; en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.
En el momento justo, cuando todavía estábamos indefensos, Cristo murió por el impío. Muy rara vez alguien morirá por un hombre justo, aunque por un hombre bueno alguien podría atreverse a morir.
Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramada su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.
Y no sólo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia, la perseverancia carácter y el carácter, esperanza.
En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. También por medio de Él, y mediante la fe, tenemos acceso a esta gracia en la cual nos mantenemos firmes. Y nos regocijamos en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios.
Fuente de vida es la boca del justo, pero la boca del malvado encubre violencia.
Porque el Señor es bueno y su gran amor es eterno; su fidelidad permanece para siempre.
Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos de alabanza; denle gracias, alaben sus nombre.
Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo, y somos suyos. Somos su pueblo, ovejas de su prado.
Adoren al Señor con regocijo, preséntense ante Él con cánticos de júbilo.
Aclamen alegres el Señor, habitantes de toda la tierra.
El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor.
¡Dejen de confiar en el hombre, que es muy poco lo que vale! ¡Su vida es un soplo nada más!
Bueno es el Señor con quienes en él confian, con todos los que lo buscan.
El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!
Cantaré al Señor toda mi vida; cantaré salmos a mi Dios mientras tenga aliento. Quiera Él agradarse de mi meditación; yo, por mi parte, me alegro en el Señor.
Todo mi ser te desea por las noches; por la mañana mi espíritu te busca.
y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdaderra justícia y santidad.
ser renovados en la actitud de su mente.
Se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos.
De nada sirven ante el Señor la sabiduría, la inteligencia y el consejo.