septiembre 2021 Archivos
He escogido el camino de la verdad; he puesto tus ordenanzas delante de mí.
Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que ha hallado su vida, la perderá; y el que ha perdido su vida por mi causa, la hallará.
Afirma mis pasos en tu palabra, y que ninguna iniquidad me domine.
Los labios del justo dan a conocer lo agradable, pero la boca de los impíos, lo perverso.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del SEÑOR moraré por largos días.
Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Lo que el impío teme vendrá sobre él, y el deseo de los justos será concedido.
Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.
Por consiguiente, hermanos, les ruego por la misericordia de Dios que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es su culto racional. Y no se adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: Lo que es bueno, aceptable y perfecto.
El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él.
Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo.
Porque el anhelo profundo de la creación es aguardar ansiosamente la revelación de los hijos de Dios.
Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos.
Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento.
Adquirir sabiduría, cuánto mejor que el oro, y adquirir inteligencia es preferible a la plata.
¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ningún modo!
Porque el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, pues no están bajo la ley, sino bajo la gracia.
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús, quien se dio a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad y purificar para si un pueblo para posesión suya, celoso de buenas obras.
Porque la gracia de Dios se ha manifestado, trayendo salvación a todos los hombres, enseñándonos, que negando la impiedad y los deseos mundanos, vivamos en este mundo sobria, justa y piadosamente,
Así también ustedes, considérense muertos para el pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús. Siervos, no del pecado, sino de la justicia. Por tanto, no reine el pecado en su cuerpo mortal para que no obedezcan sus lujurias.
El que anda en integridad anda seguro, más el que pervierte sus caminos será descubierto.
¿No te lo he ordenado yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón.
Porque Él ha saciado al alma sedienta, y ha llenado de bienes al alma hambrienta.
En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce. El restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre.
Tu palabra es una lámpara para mis pies y luz para mi camino
Porque tú, oh Señor, me has alegrado con tus obras, cantaré con gozo ante las obras de tus manos.
El Señor es mi pastor, nada me faltará.
En ti me alegraré y me regocijaré; cantaré alabanzas a tu nombre, oh Altísimo.
El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente.