octubre 2021 Archivos
Porque, aunque vivimos en el mundo, no luchamos según el mundo lo hace; porque las armas de nuestra contienda no son las del mundo, sino que son poderosas en Dios para derrocar fortalezas, destruyendo razonamientos y toda atendría que se engríe contra la ciencia de Dios , y cautivando todo entendimiento a la obediencia de Cristo
Tú eres mi refugio; de la angustia me preservarás, con cánticos de liberación me rodearás.
Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra los príncipes y potestades, contra los adalides de estas tinieblas del mundo, contra los espíritus malignos de las regiones de los aires
Revistasen con toda la armadura de Dios para que puedan estar firmes contra las insidias del diablo.
Por lo demás, confórtense en el señor, y en su gran poder.
Por tanto, tengan cuidado cómo viven, no como insensatos, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
Conforme con la elección que, en Él hizo de nosotros antes de la creación del mundo para ser santos y sin mácula en su presencia. Ya que en su amor, nos ha predestinado para ser hijos suyos por Jesucristo según su placer y voluntad.
Pero ustedes recibirán la virtud del Espíritu Santo, cuando descienda sobre ustedes, y me servirán de testigos en Jerusalén, y en toda Judea, y Samaria, y hasta en el extremo del mundo.
Porque Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de amor y de templanza.
Que el Señor los haga crecer y abundar en amor unos para con otros, y para con todos, como también nosotros lo hacemos para con ustedes.
Bendito sea Dios, Padre de nuestro señor Jesucristo, el Padre de las misericordias y Dios de toda consolación. El cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que se hallan en cualquier trabajo, con la misma consolación con que nosotros somo consolados por Dios.
El Señor redime el alma de sus siervos; y no será condenado ninguno de los que en Él se refugian.
La maldad dará muerte al impío, y los enemigos del justo serán condenados.
Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo libra el Señor. Él protege todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado.
Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón, y salva a los abatidos de espíritu.
Dieron gritos los justos y los oyó el Señor y los libró de todas sus angustias.
El rostro del Señor está contra los que hacen el mal, para cortar de la tierra su memoria.
Los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a su clamor.
Apártate del mal y haz el bien, busca la paz y síguela.
Quienquiera que ame la vida y desee ver muchos días buenos, que aleje su lengua del mal y sus labios de la mentira.
Vengan, hijos, escúchenme; les enseñaré el temor del Señor.
Los leones podrán pasar necesidad y hambre, más los que buscan al Señor no carecerán de bien alguno.
Teman al Señor, ustedes sus santos, pues nada les falta a aquellos que le temen.
Prueben y vean que el Señor es bueno. ¡Bendito es el hombre que en Él se refugia!
El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen, y los rescata.
Este pobre clamó, el Señor le oyó y lo salvó de todas sus angustias.
Los que a Él miraron, fueron iluminados; sus rostros jamás serán avergonzados.
Yo busqué al Señor y me ha escuchado, Él me libró de todos mis miedos.
Engrandezcan al Señor conmigo, y exaltemos juntos su nombre.
Mi alma se glorifica en el Señor; que lo oigan los humildes y se alegren.
Bendeciré al Señor en todo tiempo; siempre estará en mi boca su alabanza