noviembre 2021 Archivos
Engañoso es el carisma, y vana la hermosura, pero la mujer que teme al señor, ésa será alabada.
Porque a ustedes les he concedido a causa de Cristo, no sólo que crean en Él, sino también que padezcan por Él.
Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido también la alaba: Muchas mujeres hicieron el bien; mas tú sobrepasas a todas.
Solamente compórtense de una manera digna del evangelio de Cristo, de modo que ya sea que vaya a verlos, o que permanezca ausente, pueda oír que ustedes están firmes en un mismo espíritu, luchando unánimes por la fe del evangelio; de ninguna manera amedrentados por sus adversarios, lo cual es señal de perdición para ellos, pero de salvación para ustedes, y esto, de Dios.
Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Dios, y su salvación de mí vendrá, dijo El Señor.
El señor es mi luz y mi salvación ¿a quién temeré? El señor es la fortaleza de mi vida ¿de quién he de atemorizarme?
Por Dios son ordenados los pasos del hombre y Él aprueba su camino. Cuando el hombre caiga, no quedará postrado, porque Dios sostiene su mano.
Amen a Dios, todos ustedes sus santos; el señor protege a los fieles y les paga en abundancia. Todos ustedes que esperan al señor, sean fuertes de corazón.
Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en la reverencia de Dios.
Y a aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantes de lo que pedimos o entendemos, según el poder actúa que en nosotros, a Él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amen
Cuando la ansiedad era grande en mí, tu consuelo alegraba mi alma
Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación.
Pero crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A Él sea la gloria ahora y siempre. Amén.
El Señor tu Dios está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, te callará de amor, se regocijara sobre ti con cánticos de alabanza.
Estén siempre gozosos; oren sin cesar; den gracias en todo momento, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús.
¿Qué debo hacer para ser salvado? Ellos respondieron: Cree en el Señor Jesús, y serás salvado, tú y toda tu casa. Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. Y él tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos.
¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el señor para hacerle estar firme.
Por eso, ya no nos juzguemos los unos a los otros, sino decidan no poner obstáculo o piedra de tropiezo al hermano.
Que el Señor los haga crecer y abundar en amor unos para con otros, y para con todos, como también nosotros lo hacemos con ustedes.
Acepten a quien es débil en la fe, pero no para juzgar sus opiniones.
Vengan a mí, todos los cansados y atribulados, y yo los haré descansar. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraran descanso en sus almas. Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera.
Honra al Señor con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos.
Pues si vivimos, vivimos para el Señor, y si morimos, morimos para el Señor. Por tanto, ya sea que vivamos o que muramos, del Señor somos.
Que cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama a quien da con alegría.
De manera que decimos confiadamente: El Señor es quien me ayuda, no temeré ¿Qué podría hacerme el hombre?
Porque si hemos sido unidos a Él en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de su resurrección, sabiendo esto, que nuestro hombre viejo fue crucificado con Él , para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado.
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios, a los que se durmieron en Jesús, se los llevara con Él.
Pues lo que era imposible que la ley hiciese, estando debilitada por la carne, Dios lo hizo mandando a su hijo en semejanza de hombre para ser un sacrificio. A fin de que la justificación de la ley tuviese su cumplimiento en nosotros, que no vivimos conforme a la carne, sino conforme al espíritu.
Le diré al Señor que Él es mi refugio, mi fortaleza , mi Dios, en quien confío.
No te jactes del día de mañana, porque no sabes lo que traerá.