noviembre 2022 Archivos
Pero el día del Señor vendrá como ladrón, en el cual los cielos pasarán con gran estruendo, y los elementos serán destruidos con fuego intenso, y la tierra y las obras que hay en ella serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser destruidas de esta manera, ¡qué clase de personas no debéis ser vosotros en santa conducta y en piedad.
Den gracias al Señor, porque Él es bueno, porque su amor perdura para siempre. Den gracias al que es Dios de los cielos, porque su amor perdura para siempre.
Den gracias al Señor, invoquen su nombre; den a conocer sus obras entre los pueblos.
Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría enseñándoles y amonestándoles unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones.
Por lo cual, puesto que recibimos un reino que es inconmovible, demostremos gratitud, mediante la cual ofrezcamos a Dios un servicio aceptable con temor y reverencia.
Y todo lo que hacen, de palabra o de hecho, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de Él a Dios el Padre.
Por tanto, de la manera que recibieron a Cristo Jesús el Señor, así vayan en El; firmemente arraigados y edificados en Él y confirmados en su fe, tal como fueron instruidos, rebosando de gratitud.
Entren por sus puertas con acción de gracias, y a sus atrios con alabanza. Denle gracias, bendigan su nombre. Porque el Señor es bueno; para siempre es su misericordia, y su fidelidad por todas las generaciones.
Y que la paz de Cristo reine en sus corazones, a la cual en verdad fueron llamados en un solo cuerpo; y sean agradecidos.
Siempre doy gracias a mi Dios por ustedes, por la gracia de Dios que les fue dada en Cristo Jesús, porque en todo fueron enriquecidos en Él, en toda palabra y en todo conocimiento.
Vengan, cantemos con gozo al Señor aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. Vengamos ante su presencia con acción de gracias; aclamémosle con salmos.
¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, sino que en la ley del Señor está su deleite, y en su ley medita de día y de noche!
Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad.
Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino.
Abre mis ojos, para que vea las maravillas de tu ley.
Angustia y aflicción han venido sobre mí, mas tus mandamientos son mi deleite.
Porque también Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu.
Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagan enmudecer la ignorancia de los hombres insensatos. Vayan como libres, pero no usen la libertad como pretexto para la maldad, sino empléenla como siervos de Dios.
Por esta razón, también nosotros, desde el día que lo supimos, no hemos cesado de orar por ustedes y de rogar que sean llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual.
No amen al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
Maravillosamente truena Dios con su voz, haciendo grandes cosas que no comprendemos. Porque a la nieve dice: cae sobre la tierra, y a los aguaceros, sean fuertes.
Vengan ahora, y razonemos —dice el Señor— aunque sus pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, como blanca lana quedarán.
Y si no les parece bien servir al Señor, escojan hoy a quién han de servir: si a los dioses que sirvieron sus padres, que estaban al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitan; pero yo y mi casa, serviremos al Señor.
Exhorto, pues, ante todo que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y sosegada con toda piedad y dignidad.
Él nos dio a conocer el misterio de su voluntad, según el beneplácito que se propuso en Él, con miras a una buena administración en el cumplimiento de los tiempos, es decir, de reunir todas las cosas en Cristo, tanto las que están en los cielos, como las que están en la tierra.
Pues por esto también pagan impuestos, porque los gobernantes son servidores de Dios, dedicados precisamente a esto.
El cual también nos hizo suficientes como ministros de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.
Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas.
Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios , a fin de que anuncien las virtudes de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.
Mi oración es que los ojos de sus corazón sean iluminados, para que sepan cuál es la esperanza de su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos.