julio 2023 Archivos
Pero a todos los que lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre, que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios.
Samuel creció, y el Señor estaba con él; no dejó sin cumplimiento ninguna de sus palabras.
Y aun en la vejez y las canas, no me desampares, oh Dios, hasta que anuncie tu poder a esta generación, tu poderío a todos los que han de venir.
He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me entregará en aquel día.
Algunos de ellos creyeron, y se unieron a Pablo y a Silas, juntamente con una gran multitud de griegos temerosos de Dios y muchas de las mujeres principales.
Asimismo, las ancianas deben ser reverentes en su conducta: no calumniadoras ni esclavas de mucho vino, que enseñen lo bueno.
Los ancianos deben ser sobrios, dignos, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la perseverancia.
No digas: ¿Por qué fueron los días pasados mejores que éstos? Pues no es sabio que preguntes sobre esto.
No descuides el don espiritual que está en ti, que te fue conferido por medio de la profecía con la imposición de manos del presbiterio.
Asimismo, ustedes los más jóvenes, están sujetos a los mayores; y todos, revístanse de humildad en su trato mutuo, porque "Dios se opone a los soberbios, pero da gracia al humilde"
El da fuerzas al fatigado, y al que no tiene fuerzas, aumenta el vigor.
Acuérdate, pues, de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y se acerquen los años en que digas: No tengo en ellos placer.
No me rechaces en el tiempo de la vejez; no me desampares cuando me falten las fuerzas.
Hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo.
En los últimos días—dice Dios— derramare mi espíritu sobre todas las personas. Sus hijos profetizarán, sus jóvenes verán visiones, sus ancianos soñarán sueños.
Y el pueblo sirvió al Señor todos los días de Josué, y todos los días de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían sido testigos de la gran obra que el Señor había hecho por Israel.
Honra a las viudas que en verdad son viudas;
No reprendas con dureza al anciano, sino, más bien, exhórtalo como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos.
No permitas que nadie menosprecie tu juventud; antes, sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, fe y pureza.
Escucha a tu padre, que te engendró, y no desprecies a tu madre cuando envejezca.
Entonces nuestra boca se llenó de risa, y nuestra lengua de gritos de alegría; entonces dijeron entre las naciones: Grandes cosas ha hecho el Señor con ellos.
Y oí la voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré, y ¿quién irá por nosotros? Entonces respondí: Heme aquí; envíame a mí.
Entonces voló hacia mí uno de los serafines con un carbón encendido en su mano, que había tomado del altar con las tenazas; y con él tocó mi boca, y dijo: He aquí, esto ha tocado tus labios, y es quitada tu iniquidad y perdonado tu pecado.
Entonces dije: ¡Ay de mí! Porque perdido estoy, pues soy hombre de labios inmundos y en medio de un pueblo de labios inmundos habito, porque han visto mis ojos al Rey, el Señor de los ejércitos.
Por encima de Él habían serafines; cada uno tenía seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, Santo, Santo, es el Señor de los ejércitos, llena está toda la tierra de su gloria.
En el año de la muerte del rey Usías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y la orla de su manto llenaba el templo.
En Él y por la fe en Él tenemos libertad y acceso a Dios con libertad y confianza.
Por libertad fue que Cristo nos liberó; por tanto, permanezcan firmes, y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud.
Nosotros hemos pecado como nuestros padres, hemos hecho iniquidad, nos hemos conducido impíamente.
'Vindicaré la santidad de mi gran nombre profanado entre las naciones, el cual ustedes han profanado en medio de ellas. Entonces las naciones sabrán que yo soy el Señor'—declara el Señor DIOS—'cuando demuestre mi santidad entre ustedes a la vista de ellas.
¡Oh tierra, tierra, tierra!, oye la palabra del SEÑOR.