septiembre 2024 Archivos
Sin embargo, tú los soportaste por muchos años, y los amonestaste con tu Espíritu por medio de tus profetas, pero no prestaron oído. Entonces los entregaste en mano de los pueblos de estas tierras.
Y Moisés le dijo: Tan pronto como yo salga de la ciudad, extenderé mis manos al Señor; los truenos cesarán, y no habrá más granizo, para que sepas que la tierra es del Señor.
Así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan.
sino que golpeo mi cuerpo y lo hago mi esclavo, no sea que habiendo predicado a otros, yo mismo sea descalificado.
Porque el que se avergüence de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y la del Padre, y la de los santos ángeles.
Pues, ¿de qué le sirve a un hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se destruye o se pierde?
Yo soy el Señor que hago misericordia, derecho y justicia en la tierra, porque en estas cosas me complazco—declara el Señor.
Jesús le dijo: "¿si tú puedes?" Todas las cosas son posibles para el que cree.
A los débiles me hice débil, para ganar a los débiles; a todos me he hecho todo, para que por todos los medios salve a algunos.
Ella decía para sí: Si tan sólo toco su manto, sanaré.
Y El les dijo: Y ustedes ¿quién dicen que soy yo? Y Pedro respondiendo, dijo: El Cristo de Dios.
Porque aunque soy libre de todos, de todos me he hecho esclavo para ganar a mayor número.
Mejor es la sabiduría que las armas de guerra, pero un solo pecador destruye mucho bien.
Tomé las dos tablas, las arrojé de mis manos y las hice pedazos delante de vuestros ojos.
Cuando el arcoíris esté en las nubes, lo miraré para acordarme del pacto eterno entre Dios y todo ser viviente de toda carne que está sobre la tierra.
Mas yo de nada de esto me he aprovechado. Y no escribo esto para que así se haga conmigo; porque mejor me fuera morir, que permitir que alguno me prive de esta gloria.
Así también ordenó el Señor que los que proclaman el evangelio, vivan del evangelio.
Pero Él les dijo: Denles ustedes algo de comer comer. Y ellos dijeron: No tenemos más que cinco panes y dos peces, a no ser que vayamos y compremos alimentos para toda esta gente.
Al oír esto, Jesús dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de un médico, pero los que están enfermos sí.
Serán enriquecidos en todo sentido para que puedan ser generosos en cualquier ocasión y por medio de nosotros su generosidad será una bendición para Dios.
El principio de la sabiduría es el temor del Señor, y el conocimiento del Santo es inteligencia.
Entonces me dijo: La iniquidad de la casa de Israel y de Judá es grande en extremo, la tierra está llena de sangre, y la ciudad está llena de perversión; porque dicen: "El Señor ha abandonado la tierra, el Señor nada ve".
Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, a fin de que teniendo siempre todo lo suficiente en todas las cosas, abunden para toda buena obra.
Entonces se formó una nube, cubriéndolos, y una voz salió de la nube: Este es mi Hijo amado, a Él escuchen.
Sólo tú eres el Señor. Tú hiciste los cielos, los cielos de los cielos con todo su ejército, la tierra y todo lo que en ella hay, los mares y todo lo que en ellos hay. Tú das vida a todos ellos y el ejército de los cielos se postra ante ti.
Entonces los levitas, Jesúa, Cadmiel, Bani, Hasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías, dijeron: Levántense, bendigan al Señor su Dios por siempre y para siempre. Sea bendito tu glorioso nombre y exaltado sobre toda bendición y alabanza.
Y al caer a tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Y él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y El respondió: Yo soy Jesús a quien tú persigues.
Jesús respondió: Ni éste pecó, ni sus padres; sino que está ciego para que las obras de Dios se manifiesten en él.
El pueblo que andaba en tinieblas ha visto gran luz; a los que habitaban en tierra de sombra de muerte, la luz ha resplandecido sobre ellos.
Alabaré al Señor con todo mi corazón. Todas tus maravillas contaré;