noviembre 2024 Archivos
Si tengo que glorificarme, me glorificaré en cuanto a mi debilidad.
Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí.
Pero El dijo: Al contrario, dichosos los que oyen la palabra de Dios y la guardan.
Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar.
Y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?
Y cuando estén orando, perdonen si tienen algo contra alguien, para que también su Padre que está en los cielos les perdone sus transgresiones.
Porque era un hombre bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.
Porque yo recibí del Señor lo mismo que les he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es para ustedes, hagan esto en conmemoración mía.
Como anillo de oro en el hocico de un cerdo es la mujer hermosa que carece de discreción.
Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.
Los de corazón perverso son abominación al Señor, pero los de camino intachable son su deleite.
Y enséñenles a sus hijos, hablando de ellos cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
Y al oír esto se calmaron, y glorificaron a Dios, diciendo: Así que también a los gentiles ha concedido Dios el arrepentimiento que conduce a la vida.
¡Ay del pastor inútil que abandona el rebaño! ¡Caiga la espada sobre su brazo y sobre su ojo derecho! Su brazo se secará por completo, y su ojo derecho totalmente se oscurecerá.
Pero en realidad, anhelan una patria mejor, es decir, celestial. Por lo cual, Dios no se avergüenza de ser llamado Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad.
Tal como el Señor había ordenado a Moisés su siervo, así Moisés le ordenó a Josué, y así Josué lo hizo; no dejó de hacer nada de todo lo que el Señor había ordenado a Moisés.
Y no es de extrañar, pues aun Satanás se disfraza como ángel de luz.
Todos éstos murieron en fe, sin haber recibido las promesas, pero habiéndolas visto y aceptado con gusto desde lejos, confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
El que menosprecia a su prójimo carece de entendimiento, pero el hombre prudente guarda silencio.
Sin embargo, en el Señor, ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre independiente de la mujer.
Se han vuelto a las iniquidades de sus antepasados, los cuales rehusaron escuchar mis palabras, y se han ido tras otros dioses para servirlos. La casa de Israel y la casa de Judá han violado mi pacto, que hice con sus padres.
No dañarán ni destruirán en todo mi santo monte, porque la tierra estará llena del conocimiento del Señor, como las aguas cubren el mar.
Guarden, pues, todos los mandamientos que les ordeno hoy para que sean fuertes, y entren y tomen posesión de la tierra a la cual entran para poseerla.
Pues el Señor es justo; Él ama la justicia; los rectos contemplarán su rostro.
Y sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe, y que es remunerador de los que le buscan.
Los ciegos reciben la vista y los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres se les anuncia el evangelio.
De nada sirven las riquezas el día de la ira, pero la justicia libra de la muerte.
Por la fe entendemos que el universo fue preparado por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve no fue hecho de cosas visibles.
Y El les dijo: Cuando oréis, decid: "Padre, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. "Danos hoy el pan nuestro de cada día. "Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación."
Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.