Pensamientos sobre el Verso de Hoy
La fuente de nuestra esperanza no es solo la obra de Jesús en la cruz y la tumba vacia. Tampoco depende solo en nuestras fuerzas y compromiso de mantenerla. Dios aseguró que jamas se nos acabaría el fuego de la esperanza en nuestros corazones. Esto lo hizo llenandonos con su Espíritu Santo, derramando su amor en nuestros corazones. Este mismo Espíritu nos levantará dandonos vida cuando venga Jesús (Romanos 8:11).
Mi oración
Amado Padre Celestial, muchas gracias por la bendición de tu Espíritu Santo quien mantiene viva mi esperanza y me llena con un sentido de tu presencia. Que mi vida hoy y cada día demuestre mi confianza en tu amor compartiendo tu bondad con los demás. En el nombre de Jesús oro, Amen.