Pensamientos sobre el Verso de Hoy
Como cristianos, no somos llamados a aislarnos de nuestra cultura. No somos llamados a ser monjes o ermitaños. Por el contrario, se nos llama a reconocer que vivimos en un mundo de oscuridad y de luz, no una luz como velas apartadas en un cuarto, sino como las luces de una ciudad ubicada en un monte, luces que no se pueden esconder y que todos pueden ver. Por supuesto, nuestra meta no es llamar la atención a nosotros mismos, es ayudar a que otros puedan ver la gracia gloriosa de nuestro Padre.
Mi oración
Amado Padre Celestial, que mi vida bendiga a los demás hoy y cada día para que te puedan ver a ti y tu amor con más claridad cada día. En el nombre de Jesús oro, Amen.