Pensamientos sobre el Verso de Hoy
Tal como Jesús murió al pecado, también nosotros morimos a él. No quiere decir, sin embargo, que el pecado se va a alejar de nosotros. Es necesario, de manera diaria, abrazar la vida nueva que Jesús creó para nosotros. Dejemos, pues, enterrado lo que ya murió. Vivamos con pasión para Dios con los ojos puestos en Jesús y el futuro que el ha creado para nosotros.
Mi oración
Señor Soberano y Padre Amoroso, quiero que mi vida de pecado quede muerta y enterrada. Pido que me des el poder para vivir la vida vibrante llena de tu Espíritu y siempre abierta a ser guiada por ti. En el nombre de Jesús lo pido, Amen.