Pensamientos sobre el Verso de Hoy
El orgullo va antes de una caída. Encuentra el equilibrio en estas dos verdades: "No debo ser orgulloso, pero debo entender cuanto Dios me valora." No es fácil, Satanás puede usar nuestra abnegación, lo que llamo el síndrome del vil gusano, para descorazonarnos y mantenernos alejados del uso de nuestros talentos y lejos del reconocimiento de nuestro valor para Dios y para Su reino. Por otro lado, el orgullo saca a Dios fuera del marco general de nuestra vida, y atribuye nuestra colaboración en el reino de Dios como nuestra y no de Él. Ser ambas cosas, un emblema de la imagen de Dios y una parte de la humanidad caída de su gracia es más que un tema teológico, es la lucha diaria de un discípulo. Pero mantenemos el equilibrio por medio de la adoración al que nos hizo hijo suyo y nos adoptó en su familia.
Mi oración
Padre Santo, como hijo tuyo, redimido por el costo de la vida de Jesús, sé que soy amado y valioso. Sé que me has dado habilidades y talentos para usarlos para tu gloria y para bendición de tu iglesia. Pero Padre, no quiero pensar, nunca, que mis habilidades están unidas a mi propia superioridad o trabajo. Yo sé que tú me has dado estos talentos, habilidades y experiencias que me han hecho quien soy hoy, así que por favor mantenme en tu gloria. Padre, no quiero que los éxitos que vienen de los talentos que me has dado me engrandezcan o me engañen en cuanto a quien soy y de dónde vengo, porque proceden de tu gracia y son tus regalos. Que sea siempre tu humilde y valioso hijo trabajando en tu reino. Oro en el nombre de Jesús, mi hermano mayor y tu hijo. Amen.