Pensamientos sobre el Verso de Hoy
Jesús nos enseñó que la adoración no se trata del lugar, sino de nuestro padre. Saber que nuestro padre es adorado por los seres celestiales debería inspirarnos, hacer más humildes y motivarnos a hacer lo mismo sin importar donde estemos. Sobre todas las cualidades, Dios es santo, tres veces los seres celestiales han reconocido su santidad. Él es especial, indefinido, puro, perfecto y algo más que lo diario y lo mundano. Su gloria llena los cielos y la tierra. Él es más grande que todo lo que podamos imaginar, es digno de nuestra adoración, reverencia y asombro.
Mi oración
Santo Dios, Santo Padre, Santo Rey de las eras. Te alabo por el gran regalo de tu gracia. Sé que en comparación a tu gloria, no soy digno de estar en tu presencia. Pero sé que tú me has hecho digno y sagrado por el sacrificio de sangre de Jesús, el cordero ofrecido por mis pecados. Gracias por estos increíbles regalos con los que puedo adorarte como debo. En el nombre de Jesús. Amen
