Pensamientos sobre el Verso de Hoy
¡Que promesa tan poderosa! Si estamos dispuestos compartir con generosidad con los demás en el nombre de Jesús como el apóstol Pablo lo indica en este pasaje, tendremos lo necesario y nuestras vidas estarán llenas de buenas obras que traerán gloria al nombre de Dios. Debemos, entonces, volver a la niñez y recordar una de las primeras lecciones que nos enseñaron: ¡compartir! Ahora, lo distinto es que lo hacemos como hijos de Dios para bendecir a los demás y que se acerquen a su gracia.
Mi oración
Gracias, Amado Padre, por todas las bendiciones increíbles que has derramado sobre mi vida. Me has bendecido de manera física y espiritual. Ahora pido que tu Espíritu me ayude a ser generoso con las bendiciones que me has dado. Que mi vida conduzca constantemente tus bendiciones a los demás para que se acerquen a tu gracia. En el nombre de Jesús oro, Amen.