Pensamientos sobre el Verso de Hoy
La muerte es la última profanidad en el mundo actual. No nos gusta pensar en ella y menos hablar de ella. Sin embargo, la muerte es la única realidad que no nos dejará quietos. Perdemos familiares y amigos con ella. En un momento, también nosotros mismos enfrentaremos lo inevitable si es que Jesús no vuelve antes. ¿Tenemos, entonces, alguna seguridad en la cara de lo inescapable? ¡Nuestro Pastor! Él nos acompañará, guiando, protegiendo y consolándonos en nuestro viaje. Como cristianos, esta promesa se hace aún más fuerte porque sabemos que nuestro Buen Pastor ya ha hecho este camino para asegurar que nuestro andar por la muerte no termine en la muerte, sino en la gloria.
Mi oración
Amado Padre Celestial, mi Pastor y Salvador, gracias porque no tengo que enfrentar a la muerte solo. Busco que me guíes por la oscuridad de la muerte, trayéndome a tu presencia santa y gloriosa en la victoria y gozo. En el nombre de Jesús oro confiadamente, Amén.