Pensamientos sobre el Verso de Hoy
A la santidad de Dios es imposible acercar sin el regalo de su gracia. Cuando no damos importancia a la santidad de Dios hacemos profano lo que es sagrado. Aun si su pueblo no demuestre su santidad, sus acciones lo harán. Tomemos en serio nuestra adoración a Dios honrandolo con nuestra reverencia (Hebreos 12:28-29). A su vez, no debemos de limitar nuestra adoración a la iglesia. Toda nuestra vida es adoración (Romanos 12:1-2). Debemos vivir con el compromiso de ser santos en todo lo que hacemos (I Pedro 1:15-16) tanto en el culto como en la vida (Hebreos 13:15-16).
Mi oración
Dios Todopoderoso y Altísimo, Santo y Perfecto en Justicia, perdóname por mis pecados. Límpiame haciéndome santo por el poder transformador de tu Espíritu Santo. Que mi vida sea un sacrificio santo a ti. En el nombre de Jesús oro, Amen.