Pensamientos sobre el Verso de Hoy
Cuando el pueblo de Dios reconoció la profundidad de su pecado y el castigo por venir, se arrepintieron pidiendo su ayuda. Desafortunadamente, muchas veces nos escondemos o rehusamos a reconocer nuestro pecado, lejos de confesarlo y rechazarlo. "No es para tanto. Hay cosas peores." No debemos ver la confesión como una debilidad o humillación. Reconocer nuestro pecado y pedir el perdón de Dios nos permite limpiarnos de toda mancha y abrir nuestra puerta para que Dios utilice todo su poder sobre nosotros.
Mi oración
Perdóname, Padre Celestial, por mi pecado. Pido que lo saques de mi vida con la ayuda de tu Espíritu que transforma y purifica, mientras me ofrezco diariamente como sacrificio a ti. En el nombre de Jesús oro, Amen.