Pensamientos sobre el Verso de Hoy
Tan horrible era la crucifixión, tan inhumana y vil, que las personas griegas de alta educación no utilizaban la palabra "crucificar." La crucifixión se reservaba para lo peor de lo peor, que presentaban una amenaza para el gobierno. Pero lo que Satanás esperaba que fuera una humillación para el hijo de Dios, Jesús lo utilizó para humillar a Satanás y sus ángeles malvados. Los exhibió públicamente. Transformó el instrumento de tortura en un altar de gloria. Transformó la furia del infierno en un sacrificio de perdón. Tomó el lugar de matanza y lo convirtió en un lugar para sanar. Mientras deploramos el sacrificio y vergüenza que Jesús soportó en la cruz, nos regocijamos al ver que el maligno y sus huestes fueron vencidos. Su victoria se convirtió en derrota. Lo que iba a ser la gran vergüenza de Dios llegó a ser su momento de gracia, que nos redime de las garras de Satanás.
Mi oración
No hay palabras, Padre santo y justo, para expresar mi agradecimiento por tu plan, tu sacrificio y tu salvación. Ninguna canción de alabanza, poema sincero, ni carta de amor puede expresar la gratitud que siento, querido Jesús por tu sacrificio. Gracias por salvarme del pecado, de la muerte, y de la vida sin sentido. Querido Padre y Señor Jesús, les ofrezco mi vida como ofrenda de gratitud y alabanza. Amén.