Pensamientos sobre el Verso de Hoy
Jesús hizo lo que no pudimos, vivió perfectamente delante de Dios. Demostró que el pecado no siempre tiene que estar en nuestras vidas y que no es nuestro dueño. Derramó su Espíritu sobre nosotros para hacer posible no solo el compartir en la gracia del perdón y limpieza del pecado, sino también el poder para vivir de una manera que le agrade a Dios. Jesús es nuestro sacrificio para el pecado y nuestro Salvador.
Mi oración
Gracias, Padre por proveer el sacrificio para mi pecado. Gracias, Señor Jesús por, voluntariamente, ofrecerte para pagar el precio de rescatarme del pecado. Gracias, Santo Espíritu, por vivir en mí y darme el poder para vivir para Dios ¡Gracias, Oh Dios, por tu salvación! En el nombre de Jesús, oro, Amén.