Pensamientos sobre el Verso de Hoy
Jesús no se aferró a su gloria celestial, sino que la entregó para salvarnos. Ahora nos pide que sigamos su ejemplo y compartamos su corazón. Quiere que nos tratemos entre nosotros como Él nos ha tratado, pensando en las necesidades del otro y la voluntad de Dios antes de las nuestras. ¡Esta si es una revolución que espero ver cumplirse!
Mi oración
Oh Padre, Dios, por favor transforma mi corazón y mente con el poder de tu Santo Espíritu. Quiero que mis pensamientos sean los tuyos. Quiero que los deseos de mi corazón reflejen las pasiones de tu Hijo. Quiero que mi voluntad sea guiada por tu Espíritu. Perdona mi tendencia a aferrarme a mi propia importancia, mi propia voluntad y mi propia justificación, aun cuando sé que no es correcto. Haz mi mente como la de tu Hijo. En el nombre de Jesús oro, Amén.