Pensamientos sobre el Verso de Hoy
Cuando era joven, siempre demostraba que no me gustaba a la disciplina. Era parte del juego. Ahora que soy más viejo, estoy tan agradecido a mis padres quienes me amaban tanto que me disciplinaban, guiándome en amor y animándome. Esta disciplina me ha provisto de muchas bendiciones. Ahora debo hacer lo mismo con la disciplina del Señor. La falta de amor no es odio, sino indiferencia. El opuesto de amor es negar la disciplina. Gracias a Dios que nos ama y conoce lo suficiente como para estar activo en nuestras vidas.
Mi oración
Padre Celestial, ayúdame a reconocer tu disciplina en mi vida. Quiero vivir para ti con el corazón entero, complaciéndote en palabra, pensamiento y acción. Confieso, sin embargo, que a veces mi corazón es rebelde y mi compromiso débil. Te agradezco por ayudarme a reconocer mi falta de dirección espiritual con tu disciplina. En el nombre de Jesús oro, Amén.