Pensamientos sobre el Verso de Hoy
Nuestras alabanzas no solo deben complacer a Dios, también deben traer alegría a los pobres, pero ¿por qué? porque las alabanzas nos invitan no solo a aplaudir a Dios por lo que hace, sino que también unirnos a Él mientras lo hace. La generosidad de Dios, la cual evoca nuestras alabanzas, debe mover nuestra generosidad, la cual se convertirá en bendiciones para otros y ayudará a que otros alaben a Dios.
Mi oración
Dios Santo, Rey Majestuoso y Todopoderoso, eres digno de toda alabanza y honor. Haz hecho cosas increíbles y maravillosas. Has derramado tus bendiciones sobre mí. Haz cumplido tu promesa y me has dado un camino a la salvación. Por favor dame la fuerza para comprometerme a bendecir, servir y alentar a otros a tu gloria. En el nombre de Jesús. Amen.