Pensamientos sobre el Verso de Hoy
Jesús vino a sus cosas, el mundo que había creado y la tierra que había prometido a su pueblo, aun así, su propia gente no lo recibió. A veces estamos ciegos por nuestros deseos y sueños, y perdemos lo que Él quiere para nosotros. Que lo siguiente no sea cierto en nuestras vidas: Jesús vino a mí, pero no estaba listo para recibirlo. Yo quería hacer otras cosas antes de entregarle mi corazón por completo. Cada vez que demoramos en entregar nuestros corazones a Jesús, cada vez que lo alejamos como Señor y permitimos que nuestros corazones se endurezcan, es más fácil alejarlo. Ahora, mientras nuestros corazones lo escuchan, renovemos nuestros compromisos con Él, ofreciendo nuestros corazones y vidas a su gloria y gracia.
Mi oración
Santo Dios, entrego mi corazón a tu voluntad. Jesús precioso, ahora más que nunca en mi vida, te reconozco como mi Señor y quiero servirte con mi vida. Perdóname por las veces que he resistido tu voz o que me he alejado de tus deseos. Sé que dejaste todo para salvarme. Ahora entonces, haz de mi la persona que quieres que sea y utilízame para cumplir tu voluntad y así llevar bendición a otros y darte gloria. Amen