Pensamientos sobre el Verso de Hoy
De niño, me encantaba recibir regalos. En una época tan sencilla de la vida, un regalo quería decir que era amado. No me preocupaba por el significado o el mensaje escondido en un regalo. No me entraba en la mente que pudiera haber un compromiso que acompañaba el regalo. Era sencillamente un regalo, una expresión de amor que no merecía, dado por alguien que realmente me amaba. ¡Qué increíble es ser un hijo de Dios con el poder de recibir su regalo como niño!
Mi oración
Gracias, Padre Generoso, por el regalo de gracia, el regalo de fe, el regalo de salvación, y más que nada, el regalo de Jesús. Sé que nunca podré pagar por esos regalos, pero busco decir gracias con mi vida, anhelando poder decirlo por la eternidad. En el nombre de Jesús oro, Amen.